VI Encuentro de tándem en Vilafranca del Penedès

26-04-2015

Han pasado casi tres años desde el último encuentro de tándem que se realizó en Cataluña, y por fin nos llegó la noticia: este año nueva ruta por las tierras de viñedos, y con la novedad de rutas de carretera y montaña. En esta ocasión, el punto de partida estuvo situado en Vilafranca del Penedès, muy cerca del lugar de la anterior ruta, lo que nos puso en actividad de inmediato...Grandes deseos de volver a aquellas tierras, a los mares de viñedos, y a encontrarnos con la gente con la que tan bien lo pasamos la anterior edición.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 18-MTB

La organización de este evento esta vez no corrió a cargo de Carles Soler, recogiendo el testigo los compañeros de Tandem Downhill Penedes, Paco Borrueco y Petro Pérez, que han estado moviendo los hilos para tener un buen puñado de patrocinadores y colaboradores para el evento.

La ruta, asequible pero con algo de "picante" en algunos tramos, se hizo amena y agradable, y tuvimos tiempo para divertirnos con la conducción, charlar y hasta despistarnos en algún tramo. Hicimos algunas paradas para reagrupar y disfrutamos de este bonito paisaje, aunque por estas fechas no esté tan verde como lo recordábamos.


Y la mejor parte siempre para el final, después disfrutamos de un buen almuerzo en el bar Bonanza, donde un fotógrafo profesional nos hizo fotos a todos los participantes con sus tándems, y pudimos disfrutar de un agradable rato de charla, comida y sorteo de material entre todos los participantes. 

Aparte de reencontrarnos con algunos de los participantes de la pasada edición, también pudimos conocer personalmente a Alfons Bayonas y su piloto Gustavo (Tandem Downhill Molins Rei), así como a Paco y Petro, ya que teníamos muchas ganas de encontrarnos con "esos locos del downhill en tándem" que tanto admiramos y que seguimos en Facebook. En resumidas cuentas, fue un evento especial, como lo son los eventos que compartes con gente fabulosa con la que se tiene una afición en común, y además en un entorno tan bonito. ¡Estaremos esperando la siguiente!

Pequeña ruta por los alrededores de La Ginesta Rural

26-04-2015

En nuestro viaje este abril a tierras catalanas, nos dio tiempo a conocer alguno de los pueblos cercanos al que iba a ser el punto de inicio del VI Encuentro de tándem. El día que llegamos nos dio tiempo a visitar Sitges, recorrer su paseo marítimo y callejear por el casco antiguo admirando su encanto. 

Para alojarnos, tuvimos la suerte de encontrar un alojamiento en Canyelles llamado La Ginesta Rural, situado en las faldas de un núcleo montañoso muy cercano al parque del Foix, un sitio maravilloso para explorar en bicicleta.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 17-MTB

La ruta la improvisamos sobre la marcha, aprovechando que nos quedó la tarde libre después del encuentro de tándem. Descansamos, e incluso dormimos un poco la siesta, y aprovechamos a salir a conocer los alrededores de la casa rural. La ruta es muy sencilla. Bajamos a Canyelles por el camino por el que se accede a la casa rural. Cuando llegamos al núcleo urbano, descubrimos que junto al camino, hay un pequeño paseo-parque muy cortito que recorre una orilla de un lecho de arroyo, que estaba seco, pero que debe de llevar algo de agua los días de lluvia.

Desde aquí subimos por una calle peatonal, cerrada al tráfico por unos bolardos, que nos llevó hasta la urbanización de Les Palmeres. 

La atravesamos ascendiendo de continuo, la urbanización está en plena ladera, buscando el punto más alto. Llegado este momento, el asfalto se acabó para dar paso a una pista forestal, lugar donde encontramos un poste con distintas señalizaciones informando acerca de los pueblos cercanos y lugares de interés con las distancias hasta ellos.
Nuestra intención inicial era recorrer más distancia, pero con el gran ascenso y viendo que no andábamos muy sobrados de tiempo, decidimos acortar el paseo. 

Recorrimos la pista que circula por los altos de la urbanización y, tras un vertiginoso descenso por una de las calles más empinadas que he visto nunca, volvimos a conectar con otro camino que nos devolvía directamente a nuestra guarida. Aquella cuesta puso a prueba los frenos recién estrenados del tándem, y nos demostró que nunca se puede salir a dar un paseo sin ir preparado para alguna emoción fuerte...

Vuelta al embalse de Santillana

05-04-2015

Justo al pie del Parque Nacional de la sierra de Guadarrama, encontramos uno de los mejores entornos para salir a dar pedales. Los pueblos que están en pleno pie de sierra y los caminos que los unen, son lugares agradables por los que salir a pedalear y conocer un poco más nuestro entorno, y es en esta zona donde encontramos el embalse de Santillana. Con sus más de cien años de funcionamiento (la primera presa construida aquí data de 1907), y su entorno no demasiado abrupto, se presenta como una excelente opción para realizar una sencilla ruta por la naturaleza y la historia de esta zona.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 17-MTB

Comenzamos ruta en el puente medieval del Batán, situado cerca de Colmenar Viejo, y al que accedemos fácilmente desde la carretera M-607, que lleva a Cerceda. Aquí tenemos un pequeño aparcamiento donde dejar el coche. Recientemente se ha terminado la restauración del puente, levantando los muros laterales y despejando el acceso al mismo, ya que antiguamente sólo quedaba en pie el arco y la plataforma. 

Nada más cruzar por él, encontramos la única sección técnica de esta ruta facilona, que se trata de una corta subida llena de pedruscos que nos eleva hasta la pista que pasa justo por al lado.

Tras superar este pequeño escollo, tomamos la pista a la derecha y en la primera bifurcación, situada en una pequeña subida, derecha de nuevo. 

Recorremos una pista sencilla, acompañando el cauce del río Manzanares, hasta llegar a un vado por el que cruzamos por una plataforma de hormigón. En este punto hay que extremar la precaución los días que se desembalsa agua desde la presa, situada a algo menos de un kilómetro de donde estamos, ya que el río puede llevar mucho más caudal y rebasar considerablemente la plataforma del vado. En estos casos es recomendable no cruzar.

Giramos a la izquierda para continuar, aguas arriba, por un pequeño camino que cruza un arroyo y continua ascendiendo hasta bordear las instalaciones de tratamiento de aguas que hay muy próximas a la presa. Aquí nos unimos a un pequeño carreterín que va desde estas instalaciones a la carretera M-609 (Colmenar - Soto), donde conectamos con el afamado carril bici de Soto del Real. 

Si andamos finos de oído, es un buen punto para escuchar y avistar escribanos trigueros, un ave muy común en estos paisajes, que canta por todas partes y es fácil de ver ya que suele situarse en lo alto de zarzas, muretes, postes de teléfono...

Por el carril bici se acelera un poco el ritmo, el trazado es bueno y con poca pendiente. Sólo hay que ir muy atento a los ciclistas con los que nos cruzamos para evitar colisiones, ya que no siempre prestan la debida atención o trazan algunas curvas aprovechando todo el ancho de la vía. 

Llegamos a la carretera M-608, donde abandonamos la seguridad del carril y circulamos un tramo por el arcén. Nosotros hicimos una pequeña variante para alternar un tramo de pista entre carreteras, pero la opción rápida es seguir por el arcén hasta la primera rotonda que encontramos. No obstante el tramo de vía pecuaria que tomamos es muy agradable y además conseguimos avistar unos cuantos rabilargos que iban y venían por esta zona.

Pasada la rotonda en cuestión, nos salimos de la carretera para recorrer un sendero que va entre esta y la tapia que delimita la zona de seguridad del embalse, y que nos lleva hasta Manzanares El Real. 

Este sendero es muy divertido, con un par de pasos por pequeños arroyos. Sólo encontramos un punto que se encontraba un poco cenagoso por las últimas lluvias y que optamos por hacerlo a pie por el lateral. Una vez llegamos a Manzanares, recorremos nuevamente un tramo de asfalto por algunas de sus calles, pasando al pie del castillo de los Mendoza, del siglo XV.


Inicialmente, esta construcción fue una fortaleza militar, que en los siguientes siglos pasó a un uso residencial para la nobleza, y se ha conservado casi intacto hasta nuestros días. También pasamos junto a la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, que data del siglo XIV, construida bajo la protección del primer Marqués de Santillana. Ha ido sufriendo modificaciones con el paso de los siglos, según el cambio de estilo arquitectónico, dejando en ella signos de las distintas épocas.

Ya sólo nos queda el camino de vuelta. Salimos de Manzanares por su lado Oeste y cruzamos, por una rotonda, la carretera M-608 por última vez, camino del cementerio. No, no es porque ya vayamos muertos jajajaja...pasamos por la puerta del mismo, y seguido, encontraremos un puente que cruza la cola del embalse donde desemboca el río Samburiel, donde tuvimos la suerte de avistar una pareja de somormujos lavancos, no muy lejos, haciendo vida en el agua.


A partir de este puente, retomamos la pista de tierra realizando un ascenso que nos aleja un poco del pantano, y nos hace tomar altura al tiempo que rodeamos la llamada Cabeza Illescas, que es el único monte que vemos siempre justo al lado de las aguas del embalse.


El ascenso es patente, pero sólo dura un par de kilómetros, a partir de aquí, tendremos una relajante bajada por la vía pecuaria, que nos devolverá al puente del Batán. Sólo falta prestar atención al girar a la izquierda en el único cruce de pistas que encontraremos, de lo contrario acabaremos en Moralzarzal.

Subida al Pico del Nevero

03-04-2015

El pico del Nevero es uno de los dos puntos altos que flanquean el puerto de Navafría, situado al Oeste del mismo (el otro es el pico del Regajo Alto, al Este). 

Bajando el puerto de Navafría

Pertenece a los montes Carpetanos, y con sus 2.209 m. y su cima aplanada, se presenta como uno de los mejores miradores panorámicos de la sierra de Madrid. Desde él, no sólo tenemos una visión prácticamente total del Valle del Lozoya y de las dos hileras montañosas que lo forman si miramos hacia su vertiente Sur, sino también de la inmensidad de las llanuras segovianas si dirigimos nuestra vista hacia el Norte.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 84-HKG

Para iniciar la ruta nos desplazamos a lo alto del puerto de Navafría, en nuestro caso accediendo por la A-1 y la carretera M-604 que recorre el valle del Lozoya  desde Lozoyuela hasta el Puerto de Cotos. Es un puerto con poco tránsito y de carretera estrecha, en la que frecuentemente podremos encontrar ciclistas, así que recomendamos mucha precaución. Seguiremos una ruta descargada de Wikiloc en la que se recomienda, para evitar un ascenso directo al pico, hacer un pequeño rodeo por los pinares de la cara Norte del puerto.

Y nos ponemos a ello...iniciamos ruta por una pista forestal que sale del mismo puerto y nos lleva casi sin variar la cota hasta el mirador de Navalcollado. Por el camino, con un poco de atención, podremos observar las especies de aves que pueblan el lugar, piquituertos (creemos haber avistado dos fugazmente), verderones serranos y algún carbonero, entre otros. Además la fuerte inclinación, más abajo de la pista, nos coloca en la línea de visión de las altas copas de los pinos que hay un poco más abajo, facilitando la observación. 

Llegamos al mirador, que no es más que una plataforma de hormigón volada al lado de la pista, que nos ofrece una bonitas vistas del valle al Norte del puerto. Bajo la plataforma, existe una construcción algo abandonada que suponemos que hace las veces de refugio de montaña.

Mirador de Navalcollado

Al poco de pasar el mirador, el camino llega a una intersección, donde debemos girar a la izquierda, y seguido, encontramos una bifurcación por la que tomaremos nuevamente la izquierda para comenzar un ascenso mucho más evidente. La pista que seguimos ahora nos subirá a lo alto del cerro de Los Colladillos, donde se suaviza un poco la pendiente. 
Es en este punto donde nos cruzamos con un curioso habitante de estos lugares que parece no tenernos demasiado miedo. Intercambiamos miradas curiosas con una ardilla roja durante un buen rato, con una sonrisa en los labios, observando sus graciosos movimientos (no sabemos que observaría ella en nosotros...).

Tras otro rato de ascenso, alcanzamos la cota en la que la vegetación empieza a escasear, y donde las vistas del paisaje comienzan a desfilar ante nuestros ojos. 


El ascenso final se hace un poco más suave y más ameno, aunque sin dejarnos un respiro. Y por fin, alcanzamos la cumbre tras recorrer unos 7 kilómetros. Algunas cornejas parecen venir a saludarnos mientras disfrutamos de la imponente panorámica.

Al Suroeste, se erige el macizo de Peñalara, y girando en el sentido de las agujas del reloj, visualizamos casi 180º de llanuras castellanas hasta toparnos con la sierra Norte. Si seguimos con el giro, al fondo veremos la parte baja del valle del Lozoya, donde se sitúa Buitrago, la parte Norte de la sierra de La Cabrera, seguido de Mondalindo, pico cercano al puerto de Canencia. En primer plano vemos los altos del Hontanar, vertiente contraria en el Valle del Lozoya desde donde miramos, seguido la Cuerda Larga, que hace de telón de fondo a La Pedriza, y que termina en la Bola del Mundo, junto al lado del puerto de Cotos, de nuevo junto a Peñalara.

Tras disfrutar un buen rato de esta delicia de panorámica, iniciamos el descenso caminando a paso ligero por encima de la cresta de esta montaña, pasando el llamado Alto del Puerto. A partir de aquí, el camino se hace un poco más escabroso durante unos pocos cientos de metros. 

Pasado este punto, volvemos a adentrarnos en los pinares, descendiendo rápidamente por el sendero lleno de las últimas nieves que se conservan en las sombras, para llegar directos al puerto. Justo antes de alcanzar la carretera, nos encontramos con una pradera con un reloj analemático que nos recuerda a los valles de Cercedilla.

Itinerario Ornitológico por El Pardo

22-03-2015

Otra de las actividades organizadas por Hábitat Madrid. En el caso del monte del Pardo, disfrutamos de un entorno totalmente natural situado en la periferia de la ciudad de Madrid. En el paseo que nos ofrecieron, pudimos avistar por un lado las aves típicas del hábitat ribereño, y por otro, las de las llanuras y campos adehesados típicos de nuestras serranías.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 13-HKG

En esta ocasión el punto de reunión fue el Puente de los Capuchinos, dentro de la población de El Pardo, desde el cual recorremos el paseo que discurre por la vereda del Manzanares, para conocer las aves que frecuentan la zona del río, hasta llegar al final de este camino, donde nos encontramos con una pradera, y allí volver al principio.

Puente de los Capuchinos

A pesar de que el día no acompañaba mucho, porque estaba bastante nublado y chispeaba a veces, avistamos: carboneros comunes, carboneros garrapinos, herrerillos comunes, petirrojos, currucas capirotadas, mosquiteros, pájaros moscones, golondrinas comunes, golondrinas dáuricas, pollos de garza real, una garceta, verdecillos, jilgueros, picogordos, un escribano triguero, cormoranes grandes, gorriones comunes y molineros, ánades reales, un cisne blanco, un trepador azul, muchos agateadores comunes, mirlos y palomas torcaces, y (fugazmente) un martín pescador.

Canal Bajo y Canal Alto

15-03-2015

La red canales de suministro de agua desde el embalse del Atazar data de 1966, y fue toda una obra tecnológica en aquella época. Algunos tramos discurren cerca de vías importantes o de poblaciones, y podemos verlos de camino a alguna parte, pero los tramos que no vemos circulan por lugares escondidos y solo accesibles por los caminos de mantenimiento del Canal. Los canales Alto, Bajo y del Atazar circulan un buen tramo muy cercanos el uno al otro por los montes adehesados que se extienden entre las poblaciones de San Agustín de Guadalix, Tres Cantos y Colmenar Viejo, en la zona baja al Sur del Cerro de San Pedro.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 37-MTB

La situación de estos canales nos deja una serie de caminos de fácil trazado por los que plantear circuitos sencillos de recorrer en bici o tándem y que, incluso, nos pueden servir para conectar las distintas localidades de esta zona. Nosotros ponemos el punto de partida en la zona Norte de San Agustín de Guadalix, en una urbanización con vistas privilegiadas al monte. Desde aquí tomamos una pista que conecta con el camino del Canal Bajo, que asciende un corto tramo de 1 km. pero con una pendiente acentuada.

A partir de aquí conectamos con una pista fácil de seguir, con rastros de haber estado asfaltada en tiempos, encontrando tramos de asfalto, en algunos muy deteriorado, y en otros modificado con zahorra. El trazado es suave y muy agradable, sinuoso, adaptándose al terreno, entrando y saliendo de los barrancos por los que circula el canal, y donde podemos ver bonitos rincones llenos de vegetación que hacen tener a los acueductos un aire antiguo y misterioso. Estas grandes obras se llevaron a cabo para abastecer de agua a la ciudad de Madrid en un momento de gran crecimiento, y es difícil creer que, medio siglo después, aún sigan cumpliendo perfectamente su cometido, silenciosas e inmutables.

En algo más de 5 kilómetros, nos encontraremos con la carretera M-104, que une San Agustín con Colmenar, en la que debemos tener mucha precaución, ya que el cruce está situado en una curva y en ocasiones es una carretera muy transitada. Una vez superado este escollo, seguiremos pisteando hasta un cruce donde no pudimos evitar hacer una parada para admirar la bonita imagen que se nos presentaba del valle del arroyo de los Caños, que discurre dirección Sur, hasta introducirse en la tapia del Soto de Viñuelas.

Continuamos hasta el kilómetro 13, donde giraremos a la derecha en un cruce de pistas cercano a un núcleo de casitas perdido en mitad de este paraje. Por este camino, circulamos dirección Oeste entre fincas de ganado hasta alcanzar las vías del tren de alta velocidad. Por el camino, cruzamos otro valle, en esta ocasión el del arroyo de La Moraleja. Estos campos son tranquilos y llenos de vida, buena prueba de ello es la cantidad de rapaces que vimos sobrevolándolos en busca de presas.

Alcanzamos el pie del gran viaducto del AVE Madrid-Valladolid que salva el arroyo del Salobral, circulando entre sus esbeltas columnas, para conectar con el camino del Canal Alto. Inicialmente tiende a ascender bastante desde este valle, y los barrancos que salva tienen subidas un poco más intensas que las del Canal Bajo, pero sobre el kilómetro 24 de nuestra ruta, el camino alcanza una zona alta más o menos plana donde se hace más llevadero. Cuatro kilómetros después, volvemos a encontrarnos con la M-104, esta vez en un punto en curva pero de gran visibilidad, lo que hace que sea un poco más sencillo cruzar. De todas maneras poned siempre mucha atención...

En el tramo del Canal Alto hay varios puntos donde apreciamos claramente que dos canales surcan estos montes. El otro canal misterioso es el del Atazar, que circula en ocasiones casi pegado al Canal Alto. El último tramo de nuestra ruta de hoy cambia nuestra atención de los acueductos del canal al paisaje, y es que sin darnos cuenta, al cruzar la carretera, el camino se introduce en la dehesa de Moncalvillo. En este bello paraje terminamos de recorrer los últimos 6 kilómetros de ruta, que rematamos con una rápida y trepidante bajada hasta San Agustín, por los caminos que serpentean entre la vegetación y la pista del Canal Bajo.

Itinerario Ornitológico por el Parque del Oeste

8-3-2015

Una de las cosas buenas que tenemos en España es la gran biodiversidad, que viene dada por los diferentes climas de los que podemos disfrutar en la Península Ibérica. La mayor parte de esta biodiversidad se concentra en la gran familia de las aves, que nos aporta no sólo la posibilidad de observar bellos ejemplares, sino conocer el estado en que anda el mundo natural que nos rodea y un sinfín de datos curiosos acerca de sus vidas y costumbres. Lo más curiosos es que, aunque las grandes ciudades en principio son un entorno hostil para estas aves, podemos contemplar con sorpresa el poder de adaptación de la naturaleza a estos "nuevos hábitats".

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 14-HKG

Nos enteramos de este recorrido a través del folleto de las actividades medioambientales del programa Hábitat Madrid, donde se ofrecen distintos itinerarios guiados, no todos de observación de aves, también hay sendas botánicas y recorridos por parques y jardines para conocer su historia y sus rincones secretos, así como rutas de senderismo por la Casa de Campo, talleres de huertos, de anillamiento científico, y muchas otras actividades, todas en relación con la naturaleza, para poder realizar solos, en compañía, o con niños.
Todas las actividades son gratuitas, pero hay que reservarlas previamente, y lo antes posible, porque en algunas se agotan las plazas rápidamente.

Faro de Moncloa

En el caso de los itinerarios ornitológicos, no es necesario tener conocimientos previos, ya que antes de empezar el recorrido, el monitor entrega a cada asistente una pequeña guía con las aves más frecuentes en los espacios verdes de Madrid, donde viene un dibujo y una breve descripción de cada ave, y también comenta cuales son las más frecuentes en el espacio donde estamos, para que nos vayamos familiarizando con ellas. Si no tenemos prismáticos propios, que no cunda el pánico, porque el monitor también lleva una mochila con varios prismáticos para prestar durante el itinerario. Es importante tener en cuenta que dependiendo de la época del año en que hagamos la actividad, veremos unas aves u otras, ya que algunas nos visitan sólo en verano y otras sólo en invierno, sin contar las residentes, claro. 

En este recorrido, el punto de encuentro fue la salida del intercambiador de Moncloa, desde el cual cruzamos al Parque del Oeste, para recorrerlo atentos a todo lo que veíamos y escuchábamos. 

Mirlo

Y tuvimos suerte, porque pudimos observar, además de gorriones, mirlos, cotorras argentinas, palomas torcaces y bravías, y urracas, que forman parte de nuestro día a día: herrerillos, verdecillos, carboneros comunes, una lavandera cascadeña, gorriones molineros, mosquiteros, un zorzal alirrojo, un agateador común, un pito real y un pico picapinos.

Pito Real

Sin duda, una actividad muy agradable para pasar una mañana diferente al aire libre, y que recomendamos a todos a los que les guste la naturaleza.

Ruta de senderismo por la Casa de Campo, Centro de Avifauna y Encinar de San Pedro

1-3-2015

Una de las maneras más accesibles para introducirse en el mundo del senderismo y las actividades al aire libre son los programas de Hábitat Madrid. Esta entidad organiza, según la estación del año, actividades de acercamiento a la naturaleza para todas las edades y niveles, en distintos parques y zonas verdes de Madrid: rutas de senderismo, ornitología, conocimiento de árboles, mariposas, actividades en bicicleta... Esta que os presentamos es una ruta de senderismo muy facilita en la Casa de Campo.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 23-HKG

El punto de inicio está situado en el Centro de Interpretación de la Casa de Campo, situado a la orilla del lago, a donde podremos ir en Metro, en la estación de la línea 10 con el mismo nombre. La ruta comienza bordeando el lago y ascendiendo por la colina contigua. En el ascenso, hacemos un pequeño alto en el Mirador de la Sartén. La intención de la ruta es conocer la zona llamada El Encinar de San Pedro, situada justo al Norte de la estación del Teleférico de la Casa de Campo.

Vista desde el Mirador de la Sartén

Para ello, continuamos el suave ascenso, mientras que bordeamos la colina que separa la cuenca del Arroyo de Meaques, que riega al lago, de la del Arroyo de Valdeza. El cercado con el que nos encontramos por el camino, y que comenzamos a bordear por su lado Norte, es el Encinar de San Pedro. El guía nos comenta que la Casa de Campo antiguamente fue un monte adehesado, y que por circunstancias vividas en la Guerra Civil y por incendios, el monte quedó muy dañado y se repobló con pinos, que no son la especie autóctona. Hace unos años, en un intento de recuperar el entorno original, se cerró este terreno al acceso público para su recuperación, todavía en proceso.

Después de descender al Arroyo de Valdeza, caminando junto a la cerca, nos encontramos con una gran pista que tomamos dirección Oeste, que nos hace caminar por debajo del Puente Colorado, nombre que recibe por el color de los ladrillos que lo conforman.

Puente Colorado

El Encinar de San Pedro no está abierto al público, y la única manera de visitarlo es a través de estas actividades de Hábitat Madrid, o en las que organiza el Centro de Interpretación de la Casa de Campo, por eso nuestro track indica que pudimos entrar por el interior y visitar el Centro de Avifauna y las instalaciones sobre apicultura que hay dentro del recinto. Igualmente, es un lugar fabuloso de ver incluso desde fuera, con lo que dar la vuelta al encinar por el exterior se convierte en una alternativa agradable y accesible.

Nuestra actividad finalizó casi en el lado opuesto del encinar, en una puerta que da casi al Sur. El camino de vuelta lo hicimos sencillo, para que no se hiciera muy tarde, bajando del cerro San Pedro por la carretera del Teleférico casi directos de nuevo al lago. Una ruta muy instructiva y agradable para echar la mañana con la familia o simplemente salir a pasear por uno de los entornos más bonitos y accesibles que tenemos los madrileños.

Excursión a la Laguna de la Junta en Rivas

15-2-2015

En la zona Sur de Rivas se une el río Manzanares con el Jarama. El Soto de las Juntas, parcela propiedad de la Comunidad de Madrid y que lleva mucho tiempo siendo degradada por las explotaciones de áridos que se llevan a cabo en esa zona, está siendo recuperado parcialmente. 

La Laguna de la Junta, situada dentro de esta parcela, es uno de los espacios recuperados en esta zona. Nos ofrece no sólo un agradable paseo para realizar en bicicleta o caminando sin dificultad ninguna, sino la oportunidad de disfrutar de uno de los más bonitos espectáculos de la naturaleza: la observación de aves en su entorno natural.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 25-HKG

El acceso a esta zona es relativamente sencillo. Circulando por la A-3 dirección Valencia, tomamos la salida 19, y justo al salir, estaremos atentos porque en seguida tendremos que girar a la derecha por un camino asfaltado, en la misma curva de la salida. Desde este punto, podemos ver el parking donde dejaremos el coche al frente, así que ya en el camino tomaremos la derecha para recorrer los escasos 500 metros y aparcar.

Aquí empieza el track, se trata de una ruta muy sencilla con casi desnivel cero que recorre la lengua de tierra que se forma entre los ríos Manzanares (mirando al Sur a la derecha) y Jarama (igual a la izquierda). Desde el mismo aparcamiento, sale la pista que nos lleva a la laguna que se forma entre los ríos. 

Tras esto encontramos una bifurcación que nosotros optamos por tomar a la derecha, aunque los dos caminos van al mismo sitio, dan la vuelta a la laguna y retornan al punto en que nos encontramos. Conforme caminamos, pudimos observar los curiosos nidos, sin ninguna hoja en las fechas en que fuimos. La vegetación que observamos fue plantada para recuperar la cubierta vegetal en esta zona.

Cuando llevamos kilómetro y medio, el camino pasa por una zona en la que podemos ver el cauce del Manzanares a la derecha y la laguna a la izquierda. Este es el primer punto donde, con suerte y un poco de atención, podemos avistar alguna de las especies acuáticas que moran en estos lugares, ya sea estacionalmente o de paso. En el lado del río es fácil encontrarse con mosquiteros que sobrevuelan una y otra vez las aguas a la caza de su alimento, y si tenemos un poco de suerte, podemos avistar algún martín pescador en vuelo fugaz, con sus característico color azul eléctrico.

Continuamos el camino junto al Manzanares hasta que la pista da la vuelta y se pega a la vera del Jarama. Nosotros hicimos una pequeña incursión entre la maleza para llegar al extremo de la pequeña península, donde se juntan las aguas de los dos ríos. Por el camino de vuelta encontramos, nuevamente a la orilla de la laguna, varias casetas de observación de aves en distintos puntos estratégicos.

Dentro de estas casetas, podemos observar las aves que rondan las aguas de la laguna sin ser vistos por ellas. Aunque las casetas facilitan la observación, lo más recomendable en estos lugares es guardar silencio y tratar de pasar inadvertidos ya que algunas especies, las más curiosas, suelen ser muy esquivas. Así que si queremos gozar de su compañía tendremos que ser lo más imperceptibles que se pueda y podremos tenerlas a escasos metros.

Desde aquí, sólo nos queda volver hacia el aparcamiento, acompañando durante un buen trecho al río Jarama, y más tarde por la pista por la que accedimos. Siete kilómetros y medio de paseo tranquilo para un día de calma, o para enseñarles a los más pequeños lo más bonito de la naturaleza y que conozcan lo bello, frágil e importante que es todo esto para todos...al fin y al cabo, todos y todo forma parte de la naturaleza, si no cuidamos el equilibrio natural, nos veremos afectados todos. Y una cosa está clara, no se cuida lo que no se conoce.